Cuando se acercan tus vacaciones, sientes que los días previos a esa fecha pasan muy lentos. Ya no tienes ganas de hacer nada en el trabajo, tu mente ya te ubica en ese lugar donde estarás: en aquella playa, aquella montaña o en casa haciendo nada mejor que descansar.
Porque hay que ver, que se siente pesado esperar un año para poder descansar 15 días. En mi país te reconocen un mes de vacaciones que bien, o puedes tomarlos completos o fragmentarlos en 15 y 15.
Yo en mi caso he decidido solicitar únicamente 15 días, aunque desearía haber tomado los 30, pero he decidido reservar los otros 15 para que a mediados del próximo año, pegarme un viaje a Colombia, si Dios me lo permite, y visitar una amiga que se encuentra allá estudiando su especialidad. Además, si tomaba los 30 días seguidos, me iba a tocar esperar un año entero a que saliera el próximo resuelto de vacaciones con mis siguientes 30 días. En cambio con estos 15 días en reserva, puedo darme el lujo de no esperar tanto para darme unos merecido días de descanso.
Los días previos se convierten en entusiasmo, sobretodo porque he planeado un pequeño viaje familiar a Chile. Bien dicen que uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida; y hacia alla me dirijo, esta vez con mi familia, para disfrutar juntos estos días.
Sé que pasarán muy rápido las vacaciones, siempre es así… como cohete. Pero será un viaje bien merecido y bien aprovechado.
Vacaciones… allá vamos!!!
La Vida en Letras 