1989

Pequeña era aquella noche,

Aquel 20 de diciembre de 1989.

Dirán que era tan niña que poco recordaría,

Pero lo poco que recuerdo, resuena todavía.

 

Dormía tranquila en mi cama

Soñando con hadas, dibujos y mamá;

Un estruendo fuerte me despierta,

Aquellas bombas lejanas comenzaban a sonar.

 

Mi madre asustada despertó de momento,

Papá pensaba que era una festividad.

El sueño no permitía ver la realidad,

Despierta! Le decía ella, que invadiendo están.

 

Destellos a lo lejos iluminaban la noche,

Un miedo infinito inundó a la Nación.

El silencio nocturno zumbaba los oídos,

Sin saber al amanecer con qué nos íbamos a encontrar.

 

Pocos días faltaban para navidad,

La navidad que no se pudo celebrar;

Muertes y llantos se escuchaban en las calles,

Soldados corrían, gritaban y atacaban sin cesar.

 

Jugando en el jardín de mi casa una tarde

Junto a mi hermana disfrutaba la inocencia;

Nos llamaron con temor, ¡entren a casa por favor!,

Y escondida bajo mi cama entendí aquel clamor.

 

Recuerdo como si fuera ayer cuando desde el suelo

Miraba a la ventana y los miraba pasar.

Hagan silencio nos recordaban mamá y papá;

Y hermanita tranquila se puso a descansar.

 

Al pasar los días se intentó volver a la normalidad.

Normalidad que tardó mucho en llegar;

Recorrer las calles no fue más que un recordatorio,

De edificios devastados, derrumbados y bombardeados.

 

De paseo en el carro con mamá y papá

Cerraba mis ojitos para no ver nada;

Recuerdo que me agachaba detrás del asiento,

No quería ver nada, sí, aun lo recuerdo.

 

Han pasado muchos años desde aquel diciembre,

De aquel “Causa Justa” que le quisieron llamar.

Y aunque era muy pequeña, lo tengo presente,

Pues la historia no se olvida, ¡Prohibido Olvidar!